Efectivamente es un texto de Borges, Argumentum Ornithologicum (de El Hacedor) mechado con otras cosas. Los mejores cuentos policiales de Chesterton se resuelven identificando al criminal que, para ocultarse, trataba de estar presente y visible en todos lados. Acá, el afano se disimula porque no se esconde, y bien puede pasar como una "cita". De manera tal que si yo o cualquiera le escribe a Schettini y le dice "arielito, sos un atorrante" bien podria recibir como respuesta "el boludo sos vos, el chiste era jugar con eso". Ocurre que el chiste no es tal, y que la literatura argentina está plagada de estos guiños de cuarta, de esta manera de ser escritor sin dejar nunca de ser crítico.
Algun trasnochado podrá decirme que Borges hacía lo mismo con Zenon o con Carlyle. Pero en cada texto que trastoca y reescribe, Borges hace operar en él una traslación de su sentido. Y el texto que Schettini "reescribe", "homenajea" "cita" no se corre ni dos centímetros de su sentido original. Borges hacía con el contenido de los textos citados lo que Leonidas Lamborghini hacía con la forma de los suyos: los daba vueltas, los desarmaba, los ponía patas para arriba. Acá tenemos penosa servidumbre, sino robo a mano armada.
jueves, agosto 11
Argumentum Chantapufis
Publicadas por javier a la/s 9:51 p. m.
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